La conquista de lo que hoy es México está marcada por una mujer cuyo nombre original se desconoce y cuya labor como traductora e intérprete del español Hernán Cortés fue clave en la caída del imperio mexica (o azteca) en 1521 , que detonó un violento proyecto colonial cuyas huellas todavía están presentes en gran parte de América Latina.
Bautizada como Marina por los españoles; Malintzin para los pueblos prehispánicos (que no pronunciaban la “r” y le sumaron el sufijo de respeto -tzin) y renombrada como Malinche, esta mujer generó mitos y leyendas.
¿Fue la traidora de su pueblo? ¿La amante del conquistador? ¿Una esclava tratando de sobrevivir que usó su don de lenguas para influir en los sucesos que le tocó protagonizar? Cinco siglos después, el debate sigue abierto.
Historiadores bri