El uso de sellos físicos en los pasaportes comienza a desaparecer con la implantación de sistemas automáticos de control biométrico en los aeropuertos. Este cambio, que ya opera en varios países y llegará próximamente a España , marca una nueva etapa en la gestión de fronteras internacionales.
Los nuevos puntos de control sustituyen el sellado tradicional por escáneres automáticos que registran electrónicamente los datos del viajero. Los sistemas emplean reconocimiento facial y lectura digital de documentos para vincular la información personal a bases de datos migratorias. Países como Alemania, Australia y Singapur ya aplican este método , que también se expandirá a otros aeropuertos de Europa, Asia y América.
La iniciativa se enmarca en el objetivo de modernizar los procesos mig