La novedad en el Príncipe Felipe, en la séptima jornada, fue que el Tenerife no ganó (0-0). Los blanquiazules lo habían sumado todo hasta la visita al Cacereño . No ganaron, pero tampoco perdieron. En un partido áspero y condicionado por el irregular estado del terreno de juego, el equipo de Álvaro Cervera dio otro paso adelante, más corto esta vez. Un paso que también sirve. Sobre todo en un duelo de este tipo, fuera de casa, con un fútbol sobre arrugas y ante un rival motivado por recibir al líder; o sea, un enfrentamiento más del estilo que se podía intuir en Primera RFEF.

Partiendo de la idea de que la racha de triunfos no iba a ser eterna, la lectura positiva podría ser esa, que el Tenerife puntuó en una tarde que no fue redonda y en la que la contundencia en ataque bril

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