A la espera de la reforma del cuartel de Bustiello, la Guardia Civil de Avilés celebró ayer a su patrona de nuevo en San Nicolás de Bari y la Escuela de Artes y Oficios. El del Pilar volvió a ser un día de orgullo y reconocimiento, pero también hubo espacio para la reflexión. El capitán de la compañía de Avilés, Eloy Freire , que presidía el acto por tercer año, destacó la «vocación, valores y profesionalidad» de los que los agentes han hecho gala en un año «de dificultades y desafíos», y valoró que en Avilés se combate «una reciente delincuencia, realizando numerosos servicios preventivos, de atención al ciudadano y de investigación, en los que no siempre se cuenta con los mejores medios o los mayores recursos». Era la sutil forma de reclamar mejoras para un cuerpo que no siempre es

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