CNN —
Bashtye Bailey estaba de pie bajo el cálido sol de octubre en un banco de alimentos para familias militares cerca de la Estación Naval de Norfolk, la base naval más grande del mundo. Esperaba su turno para recibir una provisión de verduras frescas, pollo y huevos.
Esposa de un marino y veterana ella misma, Bailey ya se estaba preparando para no recibir su pago el miércoles, un temor que amenazaba con convertirse en una responsabilidad política tan grande que el presidente Donald Trump ordenó el sábado al Departamento de Defensa encontrar otros fondos para asegurar que el pago militar continúe la próxima semana.
“Ya hemos recortado en ciertas cosas y ciertos gastos”, dijo Bailey, quien agregó que el pago de su esposo suele ser apenas suficiente para salir adelante. El presiden