El cabo Luis Valcarce no lo pensó, pero saltaba hacia una posible muerte . Eran las 5 de la mañana del 29 de octubre, y el grupo GRS-3 de la Guardia Civil de València recibió el aviso de que había un coche atrapado bajo un puente en el barranco del Poyo, a la altura de Paiporta. Parecía que una persona seguía con vida dentro.
El agua bajaba como una fuerza destructora . Arrastraba árboles, cañas, vehículos y ya entonces había arrebatado cientos de vidas. Pero Luis se lanzó sin pensar, o mejor dicho, pensando sólo en aquella persona que aún seguía con vida. Su unidad lo ató con cuerdas junto a un compañero y saltó.
Aquella actuación le valió ayer la medalla al Mérito en la Guardia Civil con distintivo rojo, una de las más codiciadas en el cuerpo. Le fue entregada en la celebración