LIMA (AP) — Apenas dos días después de asumir la presidencia interina de Perú, José Jerí, se reunió el domingo con el alcalde de una localidad minera del norte del país quien, tras una marcha de 49 días y 1.000 kilómetros recorridos, llegó a Lima para reclamar por la inseguridad, la falta de recursos y la minería ilegal.
Desde finales de agosto, el alcalde Aldo Mariños emprendió una caminata desde Pataz, en la región La Libertad, con la intención de reunirse con la otrora presidenta Dina Boluarte y exigirle acciones ante las necesidades de su territorio. Pero al llegar fue recibido por Jerí, quien la sucedió tras ser destituida el jueves por el Congreso.
Pataz es una pequeña población ubicada a unos 769 kilómetros al noroeste de la capital peruana, y ha sido asediada por la violencia y criminalidad. En mayo, 13 mineros fueron hallados muertos en la zona.
Jerí, quien al enterarse de la llegada de Mariños lo invitó a reunirse en el palacio presidencial, aseguró en el encuentro que la prioridad “es combatir la delincuencia, erradicarla, mitigarla y hacer todos los esfuerzos de todos los sectores para poder vivir en paz”.
Junto a Mariños firmaron un acuerdo para avanzar en los próximos días en una mesa de diálogos para concretar un pacto social y obras como un hospital y universidad para la zona, además de políticas efectivas para enfrentar la inseguridad.
El pedido de Mariños incluyó incluso la renovación total del gabinete presidencial, “solo así se puede limpiar la casa”, afirmó.
La llegada del alcalde y decenas de sus acompañantes a la capital coincidió con la movilización de la denominada generación Z, un colectivo de jóvenes que reclama en las calles por la corrupción en las instituciones estatales y la criminalidad que asedia al país andino.
Aunque las protestas empezaron semanas atrás y reclamaban la salida de Boluarte, esta jornada continuaron para rechazar también la sucesión de Jerí, quien proviene del Congreso, una institución cuestionada por las alianzas partidistas que impidieron por meses la fiscalización a la expresidenta.
Jerí entregará el poder el próximo año a quien resulte ganador de los comicios generales de 2026.