
El PSOE , principal partido del Gobierno, ha propuesto la realización de inspecciones periódicas para saber si los médicos hacen los cursos voluntarios de lenguas cooficiales que quiere poner en marcha para «mejorar su capacidad de atención en la lengua propia del territorio ». De ese modo, la formación socialista se alinea con los partidos independentistas que la sostienen en el Gobierno.
El partido liderado por Pedro Sánchez ha presentado una proposición no de ley «sobre la formación lingüística del personal sanitario en territorios con lengua cooficial». Los socialistas defienden que el manejo del catalán, vasco, gallego y valenciano permite una « comunicación efectiva entre pacientes y profesionales sanitarios» que consideran «clave para un diagnóstico preciso , una atención adecuada y un trato humanizado ».
Los socialistas inciden en que «no sólo es un derecho reconocido en los Estatutos de Autonomía» sino que es «también un factor determinante para la seguridad y el bienestar de las personas atendidas».
Por eso, aseguran que, de no conocerse la lengua cooficial, se puede generar «una barrera en la asistencia ». A ojos del PSOE, esto provocaría la « incomprensión en el paciente , dificultades en la transmisión de síntomas o instrucciones médicas y, en consecuencia, una merma en la calidad del servicio». E incluso subrayan que «la capacidad de expresión en la lengua propia puede influir de manera significativa en la confianza y la efectividad del tratamiento ».
Para lograr todo ello, la iniciativa subraya la necesidad de poner en marcha « planes de formación que permitan a los profesionales adquirir o mejorar sus competencias lingüísticas en las lenguas cooficiales del territorio donde ejercen». E insisten en que su acceso debería ser «de manera gratuita y voluntaria ». También creen que se ha de poner en marcha «sin que ello suponga una sobrecarga en su labor asistencial ».
«Avanzar en reconocer la diversidad»
El Ejecutivo se vanagloria de que « desde los gobiernos socialistas , tanto a nivel estatal como autonómico» se han venido impulsando medidas con el objetivo de «avanzar en el reconocimiento de la diversidad lingüística ».
Sin embargo, la realidad es que en muchas ocasiones, este tipo de medidas nacen empujadas por las presiones de socios como ERC. Salvador Illa llegó a la Generalitat de mano de los republicanos y, como contrapartida, estos forzaron a los socialistas a apoyar, entre otras cosas, «el uso del catalán» en los « documentos sanitarios utilizados de forma habitual» en la Sanidad de la comunidad autónoma y a «implementar sistemas de seguimiento e inspección» que certifiquen que se cumple con la imposición de la lengua cooficial sobre el español en su sistema.
Ahora, la iniciativa del PSOE pone el acento en la necesidad de «promover» los «planes de formación lingüística dirigidos a los profesionales sanitarios» junto a las comunidades autónomas con lengua cooficial. Todo ello para « mejorar su capacidad de atención en la lengua propia del territorio».
Sin embargo, el Gobierno se plantea « evaluar de forma periódica la implementación y efectividad de estos planes formativos». Para ello, contará con «la participación de los profesionales sanitarios y las administraciones autonómicas». El objetivo es garantizar que se han seguido sus preceptos y que se ha logrado «su utilidad y adaptación a la realidad de cada territorio».
Para lograrlo, el PSOE propone que se firmen acuerdos con «universidades y colegios profesionales» para que se incorporen «módulos específicos sobre competencia lingüística en las lenguas cooficiales dentro de la formación de grado y posgrado en Ciencias de la Salud».
A su vez, la iniciativa de los socialistas también persigue «el desarrollo de materiales didácticos , recursos digitales y programas de formación adaptados a las necesidades del personal sanitario, facilitando su aprendizaje de manera flexible y compatible con su actividad asistencial».