La industria mexicana de vehículos pesados atraviesa un momento de tensión que va más allá de las cifras negativas. Las caídas en ventas, producción y exportaciones no solo reflejan un ciclo de desaceleración, sino también un entorno de incertidumbre global que pone a prueba la resiliencia de uno de los sectores más estratégicos para el comercio y la movilidad del país.
De acuerdo con Rogelio Arzate, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), las ventas al mayoreo acumularon una contracción de 51.8% entre enero y septiembre de 2025, mientras que la producción cayó 34.5% y las exportaciones 29.1%. En términos simples: se producen y venden apenas la mitad de las unidades que hace un año. El golpe es transversal y afecta tanto a los