Sin igualar ni acercarse siquiera a las dimensiones internacionales de la FIL de Guadalajara, todo mundo aprovecha la moda --a veces municipal y espesa--, de las fiestas libreras.
Obviamente en la ciudad de México los gobiernos de izquierda, desde hace mucho tiempo, muy lejos de como promovía Mauricio Magdaleno actividades similares en tiempos del desaparecido Distrito Federal, usan la cultura como vehículo de adoctrinamiento y propaganda y muy poco hacen por su promoción en un verdadero marco de calidad y pluralidad. No es lo suyo.
Una revisión de lo ocurrido en el Zócalo en días pasados lo exhibe.
“Esta edición” (¿?) dice la pastosa secretaría de Cultura de la CDMX, la feria (ahora las ferias se editan; no se efectúan), “contará con cuatro foros que llevan por nombre frases de poemas