El pequeño David fue separado de los brazos de su madre Florencia Feliciano, mujer me’phaa monolingüe originaria de Guerrero, cuando apenas tenía ocho meses, el 2 de marzo de 2023.

Abandonados y extraviados en la capital, fueron llevados a un albergue de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social de la Ciudad de México (Sibiso).

La madre pudo recuperar al hijo casi dos años después, cuando logró sortear los laberintos burocráticos del DIF y de la secretaría hoy llamada del Bienestar e Igualdad Social (Sebien).

“En cuanto la mamá lo sostuvo en sus brazos, el niño, ya casi de tres años, se aferró a ella con todas sus fuerzas, como si no hubiera pasado dos años sin verla”, cuenta Ivette Galván, abogada del Centro de Derechos Humanos Pro-Juárez.

Y así sigue. David está presente en la en

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