* Cuando el poder se hereda, la democracia se extingue……

Por Karina A. Rocha Priego

En Metepec, ya no sorprende que el apellido Flores pese más que cualquier institución pública, Fernando Flores Fernández ha convertido la presidencia municipal en un negocio familiar, una plataforma personal, un escenario donde su soberbia se impone por encima de la voluntad ciudadana, lejos quedó aquel discurso de cercanía y progreso con el que llegó al poder, hoy reina la opacidad, el control absoluto y el desprecio hacia todo aquel que ose cuestionarlo, lo peor no es el poder que ejerce, sino la impunidad con la que lo presume.

Escudo de soberbia llamado Gabriel Flores Archundia

Las críticas que rodean al alcalde no son simples comentarios aislados, son un grito colectivo que resuena en las calles, e

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