El cineasta Woody Allen recuerda el día en que se cuestionó su propia cordura. Fue después de que contrataran a una Diane Keaton “prometedora e increíble” para su obra Play It Again, Sam. Durante la primera semana de ensayos no se dirigieron la palabra. “Ella era tímida, yo era tímido, y cuando dos personas tímidas se juntan, las cosas pueden ponerse bastante aburridas”, escribió el artista estadounidense este lunes en el medio The Free Press. “Por casualidad, hicimos un descanso al mismo tiempo y acabamos compartiendo un bocado rápido en un local de la Octava Avenida. Ella era tan encantadora, tan hermosa, tan mágica, que pensé: ‘¿Es posible enamorarse tan rápido?“. Con esas palabras comienza el homenaje que Allen rinde a la actriz Diane Keaton, fallecida el pasado sábado a los 79 años, y
Woody Allen rinde homenaje a Diane Keaton: “Sin ella, este es un mundo más triste”
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