La llamada Generación Z, conformada por jóvenes nativos digitales conocidos como zoomers o centennials, ha emergido como protagonista de una ola global de protestas. Desde Nepal e Indonesia hasta Madagascar y Paraguay, estos jóvenes movilizan su descontento contra gobiernos percibidos como autoritarios, corruptos o ineficaces, usando redes sociales para organizarse y amplificar su voz, mientras exigen sociedades más justas y transparentes.
En Asia, Nepal se convirtió en un epicentro simbólico tras las protestas de septiembre, donde miles de jóvenes obligaron a renunciar al primer ministro Sharma Oli, en respuesta a intentos de censura digital y corrupción. Fenómenos similares se registraron en Indonesia y Timor-Leste, donde las movilizaciones enfrentaron desigualdad, privilegios políticos