El hermano del gobernador, Juan Pablo Díaz Mena, es un acaparador de tierras por medio de donaciones familiares, compraventas a precios irrisorios y operaciones notariales subregistradas para acumular un patrimonio que supera los 20 millones de pesos.
Desde Mississippi, Juan Pablo Díaz presume cargos de promoción económica. Se beneficia del erario público yucateco gracias a que su hermano paga millonarias cantidades de dinero por presentaciones, asesorías y charlas académicas sobre Yucatán.
Su nombre aparece en escrituras de San Felipe, Mérida y Progreso, pero su sombra se extiende mucho más allá, hasta Mississippi, donde proyecta una imagen de exitoso ejecutivo, mientras en Yucatán se acumulan las sospechas de nepotismo y enriquecimiento.
Redacción/Grupo Sol Corporativo
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