Veinte policías heridos, sombrillas y mesas de los bares volando por los aires, 19 detenidos, y algunos vecinos huyendo despavoridos al encontrarse por sorpresa semejante panorama en las calles de su ciudad. La Falange organizó el pasado domingo en Gasteiz un acto para defender la españolidad de Euskadi en la fiesta del 12 de octubre, una convocatoria que no reunía precisamente todos los ingredientes para convertirse en una jornada de concordia en la ciudad. Tuvo como respuesta la convocatoria de tres marchas antifascistas a modo de repulsa por su presencia, pero fue solo una de ellas, una contramanifestación protagonizada por varios centenares de jóvenes, la que desembocó en una batalla campal violenta que el departamento de Seguridad reconoce abiertamente que puso “patas arriba” la c
Zupiria alerta del rebrote de la "violencia urbana" tras los altercados en la marcha de Falange

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