Vaca Muerta sigue batiendo récords y consolidándose como una de las áreas más competitivas del mundo en la producción de petróleo no convencional. Lo que hasta hace pocos años se consideraba un techo de productividad, hoy se transformó en un nuevo punto de partida para la industria, gracias a los avances tecnológicos y a la mejora constante de las operaciones.

En este contexto, el desarrollo de Vaca Muerta impulsa con fuerza el objetivo del sector energético de alcanzar, y posiblemente superar, el millón de barriles diarios de producción total antes de 2030. El crecimiento se apoya en las obras de infraestructura que amplían la capacidad de transporte hacia los puertos del Atlántico, abriendo nuevas oportunidades de exportación.

De acuerdo con un informe de la consultora GtoG Energy

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