CAMPECHE, CAMP. Detrás de las colitas alegres y ojos suplicantes que muchos ven en perros y gatos callejeros, se esconde un riesgo latente para la salud “la rabia”. Y aunque el peligro es claro, la solución parece atorada en un limbo, pues la Secretaría de Salud no puede multar ni capturar animales ya que la responsabilidad recae en los Ayuntamientos.

El Dr. Antonio Contreras Domínguez, coordinador estatal del Programa de Zoonosis, explicó que estos animales nacen en las colonias, talleres o escuelas y pierden el miedo al humano. “Si bien muchos son dóciles, una preocupante cantidad se ha vuelto territorial y tiran a morder a cualquier persona que pase”, advirtió.

Esta situación convierte un problema social en una amenaza directa para la seguridad y salud ciudadana. La dependencia de sa

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