Es verdad sostenida que Dina Boluarte cayó porque, a medida que se acercaban las elecciones, nadie en el Congreso quería compartir su descrédito en las urnas. Pero en el apuro por desprenderse de ella, los congresistas le abrieron la puerta a un nuevo descrédito. José Jerí no es una figura con la que conviene asociarse de aquí a abril, si llega a durar tanto.
No se trata solo de su foja de acusaciones en diversas áreas, que lo ha rodeado de un tufo de violador, sino de los errores políticos que puede cometer de aquí en adelante. Un clásico en estos casos es la pobre selección de ministros. Eso puede producir un Ejecutivo con el cual los partidos más fuertes tampoco van a querer verse políticamente asociados.
Un factor adicional es que los dioses de la protesta ya han probado sangre, y no