El definir la estrategia de política exterior como un alineamiento incondicional a una gran potencia puede ser un camino riesgoso e inefectivo para promover los intereses de un país. Particularmente cuando no se puede controlar el accionar de esta potencia, y esta cambia repentinamente de estrategias. El caso del alineamiento del actual gobierno argentino a los EE.UU. es una clara demostración de esto.
La política internacional de los EE.UU. —con quien compartimos los profundos valores de la democracia representativa y la libertad—, viene experimentando cambios significativos, que dejan mal parado al actual gobierno y a su alineamiento sin condiciones.
El primer ejemplo fue el del conflicto en Ucrania. Como Washington, Milei apoyó a Ucrania, condenando la invasión rusa y la violación de