Ocho partidos sin perder fueron una racha tan buena como merecida para un Deportivo que, ante el Málaga, no pudo replicar ninguna de las virtudes que ha asimilado desde la llegada de Antonio Hidalgo . El entrenador catalán reformó la estructura de su equipo, condicionado por las bajas en defensa o con la esperanza de encontrar en las botas de Eddahchouri más pegada que la demostrada en las últimas semanas por Mulattieri . El plan se torció a las primeras de cambio ante un Málaga necesitado de puntos para salir de los puestos de descenso que logró hacer daño por todos lados a la zaga y que logró salir bien parado de los ataques del Deportivo. La primera vez que la moneda sale cruz sirve para apuntar, corregir y mejorar con la visita al Sardinero en el horizonte.
Cambio en los c