“Soy un goloso”.
Vamarr Hunter, de 51 años, confiesa sin tapujos su glotonería, un pecado que hace unos años lo llevó a descubrir una pequeña panadería en el sur de Chicago llamada “Give Me Some Sugar” (Dame un poco de azúcar, en español), de la que se convirtió en cliente habitual debido a sus deliciosos panqueques y galletas de chispas de chocolate.
“No hay mejores panqueques en toda la ciudad”, aseguró.
Además de los dulces y postres de los que es fanático, Hunter consiguió en ese local algo que estuvo ausente toda su vida y que pensaba que nunca encontraría: a su madre biológica.
El hombre y su progenitora, Lenore Lindsey, contaron al podcast de la BBC, Lives Less Ordinary, las sorprendentes circunstancias en las que se produjo su reencuentro.
La obsesión de Hunter por los panqueq