Un reciente estudio de la Universidad de Chile arroja luces preocupantes sobre un contaminante persistente en la ciudad: las palomas que conviven con nosotros muestran elevadas concentraciones de plomo , con implicancias tanto ecológicas como para la salud humana.

Investigadores encabezados por Isaac Peña y Fallon Nacaratte, junto con Renata Novoa, Verónica Palma, Pablo Sabat y Sylvia Copaja, analizaron plumas de palomas (Columba livia) en Santiago y en otras ciudades del mundo para determinar cuántos metales pesados se acumulan en entornos urbanos.

El plomo, químico catalogado por la Organización Mundial de la Salud como uno de los diez más peligrosos, aparece en niveles elevados en estas aves, lo que sugiere que el contaminante sigue presente en el suelo y el aire pes

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