–Muchos habitantes de la Franja de Gaza regresan a sus casas, de las cuales solo encuentran escombros. Con hogares destruidos y un futuro incierto, las cicatrices de la guerra son profundas y la esperanza de paz sigue siendo frágil.
Nesreen Hamad, madre de tres hijos, espera ansiosa noticias de su marido, que ha emprendido un duro camino hasta Ciudad de Gaza, concretamente al barrio de Sheij Radwan. Mientras, ella permanece en Deir al-Balah, en el centro de la Franja, donde su familia ha sido desplazada.
«Mi marido partió hoy hacia nuestra casa en Sheij Radwan. Sabíamos que fue bombardeada, pero verlo con nuestros propios ojos fue todavía más doloroso», comenta a DW por teléfono. Su casa está destruida y gran parte del barrio, irreconocible.
Su esposo es una más de las miles de personas