Santiago de Chile, 13 oct (EFE).- El talento no es suficiente, aunque abre puertas, y la razón para que Gilberto Mora de Xolos de Tijuana sea a sus 16 años la promesa de México es que tuvo un técnico que lo impulsó, el colombiano Juan Carlos Osorio, un entorno que lo ayuda a crecer y su ambición para mejorar.
El versátil jugador llegó a Chile para jugar el Mundial Sub-20 con la selección mexicana con el rótulo de crack y lo confirmó, cayó eliminado en cuartos de final ante Argentina, pero demostró por qué lo siguen los clubes grandes de Europa.
Mora hizo tres goles y dos asistencias en cinco partidos y dejó claro que estaba para más, pero tropezó con una albiceleste que le tuvo temor a su poder y plantó un muro defensivo para complicarle sus escurridizas filtraciones el área.
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