Lo que acontece en Gaza durante estos días es una oportunidad inigualable para la paz y para la esperanza. El cese de las matanzas y la entrada de ayuda para rescatar del hambre a miles de gazatíes llevados a tal extremo a propósito por la estrategia de Israel es un logro que hay que apuntar como propio a la Administración de EEUU liderada por su presidente, Donald Trump . Sin embargo, en un proceso como el vivido en Oriente Medio durante los últimos dos años, enrevesado en su génesis inmediata, y cargado de un historial de décadas de desencuentros y recelos mutuos y de violencia y dolor en todos los formatos conocidos, conviene no desprenderse de la prudencia y de la cautela a la hora de analizar lo que acontece.
Es evidente que la liberación de los rehenes israelíes aún con vida y