El cuerpo de la perrita fue levantado por las autoridades. / Foto: Especial
La tarde del lunes se vio nublada por la tristeza y consternación tras darse el reporte de otra perrita envenenada en la ampliación Esperanza, específicamente sobre la calle Grosella.
La canina, conocida entre los vecinos con el nombre de “Niña”, vivía en condición de calle cerca de la zona , donde presuntamente ingirió huesos de pescado contaminados. Con ella, suman 12 perros que han sido envenenados en los últimos tres meses sobre la misma calle y a sus alrededores.
Siendo el doceavo caso de perros que han sido envenenados en la ampliación Esperanza, específicamente sobre la calle mencionada, entre Durazno y Papaya, el caso de Niña generó preocupación entre los vecinos de la zona.
Según testimonios, p