El amanecer trajo alivio y lágrimas a Tel Aviv e Israel, donde la esperanza volvió a sentirse después de dos años de una guerra devastadora. En las primeras horas del día, un convoy de la Cruz Roja salió desde Gaza con siete rehenes liberados, marcando el inicio de un acuerdo de paz histórico entre Israel y Palestina.

La tensión en el ambiente era evidente. Familiares, periodistas y ciudadanos esperaban con nerviosismo noticias sobre los secuestrados. Entre ellos estaba Julián, primo de Eithan, un joven que permaneció cautivo desde los primeros días del conflicto. En medio de una entrevista, Julián rompió en llanto al escuchar, a través de los altavoces de la plaza, que su familiar finalmente había sido liberado.

“Dos años de una guerra sangrienta detuvo el tiempo”, relató, mientras el p

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