
Salir a pasear por el bosque es una de las cosas más gratificantes que se pueden hacer cuando empiezan a bajar las temperaturas. Entre ramas y arbustos se pueden ver mamíferos, escuchar insectos… y, con algo de atención, reconocer pequeñas aves que desaparecen en un abrir y cerrar de ojos.
Una de esas aves, muy habitual en algunos rincones de Canarias , pasa desapercibida para muchos. Es diminuta, pero también muy activa y llamativa. Se conoce como reyezuelo canario, y es una especie endémica que sólo habita en cuatro islas del archipiélago.
Esta es la especie endémica de Canarias que sólo está en 4 islas
El reyezuelo canario ( Regulus teneriffae ) es uno de los pájaros más pequeños de Europa. Apenas mide unos 9 centímetros y pesa apenas 5 gramos, lo mismo que una moneda de 2 euros.
Pero lo que le falta en tamaño lo compensa con una personalidad hiperactiva y una cabeza que llama la atención desde lejos: los machos llevan una franja naranja en el píleo , las hembras la lucen amarilla, y los jóvenes (aún sin ella) se mueven a gran velocidad.
Se encuentra únicamente en Tenerife , La Palma, La Gomera y El Hierro . Cuatro islas que, aunque cercanas, ofrecen hábitats distintos. El reyezuelo ha sabido adaptarse, pues vive tanto en los pinares de pino canario como en el monteverde, sobre todo en las zonas de brezo. A veces se le ve cerca de cultivos, pero siempre pegado a las zonas boscosas.
El color verdoso de su plumaje ayuda a que pase desapercibido, aunque su canto agudo delata su presencia. Cuando canta, lo hace en ráfagas, y suele ir acompañado de pequeños vuelos cortos entre ramas. Es muy difícil seguirlo con la vista, pero es fácil identificarlo si se sabe escuchar.
A pesar de que no está clasificado como especie en peligro, su situación no es estable. Los incendios forestales , la destrucción de hábitats y los depredadores introducidos (como gatos o ratas) han afectado a sus poblaciones. Hoy, se calcula que hay unas 23.000 o 24.000 parejas reproductoras .
El periodo reproductivo va de mayo a julio , con hasta dos puestas por año. En cada una puede haber entre 6 y 13 huevos. El nido, hecho con musgo y fibras vegetales, lo construyen ambos progenitores, que también se reparten la crianza . Los polluelos vuelan antes de las tres semanas, aunque siguen dependiendo de sus padres casi el doble de tiempo.
Lo habitual es verlo en altitudes medias, dentro del bosque, alejado del bullicio. No es de los que bajan al jardín o se acercan a los pueblos. Y, sin embargo, sigue ahí, resistiendo en un entorno que cambia demasiado rápido.
¿Por qué esta ave canaria necesita protección?
Aunque aparece como especie de «Preocupación Menor» en la lista de la UICN, está incluida en el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias con un grado de protección especial. Su hábitat está en retroceso y su población está limitada a zonas concretas.
El reyezuelo no aguanta los incendios forestales , ni el uso masivo de plaguicidas, ni la presión de los animales invasores. Lo que ocurre en sus bosques le afecta directamente. Si desaparece un tramo de pinar, desaparece su hogar. Al final, si las condiciones cambian, no tiene adónde ir.
Se estima que, en el pasado, esta especie también habitaba en Gran Canaria. Pero la deforestación, especialmente en el siglo XX, la empujó hasta su desaparición en esa isla. Hoy, nadie la ha vuelto a registrar allí.