Por Francisco Fornieles (*), especial para «Río Negro»
Al pensar sobre las oportunidades de Conesa en este nuevo aniversario de su fundación, lo primero que vino a mi mente fue el enorme potencial de sus tierras irrigables: los valles del Negro Muerto , Colonia Josefa y Guardia Mitre, entre otros.
Mucho se ha dicho sobre lo que esta región es capaz de producir. Existen ejemplos sobrados de productores que, ajustando sus modelos de manejo, han logrado rendimientos espectaculares en carne, alfalfa, maíz, frutos secos, papa, tomate, remolacha, vid y tantos otros cultivos. El potencial está, y en muchos casos ya es una realidad.
Sin embargo, al mirar la historia de nuestra provincia surge una pregunta inevitable: ya contamos con valles irrigados —como el Alto Valle y el Valle Medio— y, au