La calidad del sueño depende de mucho más que una cama confortable o una rutina para acostarse. El entorno en el que se duerme ejerce una influencia directa sobre la capacidad de descansar adecuadamente, y su impacto puede pasar desapercibido en la vida cotidiana.
Variables vinculadas al espacio personal y a las exigencias diarias afectan el sueño de manera profunda, más allá de los hábitos habituales. Factores del entorno, como el espacio disponible en el hogar y las condiciones de vida diaria, pueden modificar significativamente el descanso nocturno.
Estudios recientes sugieren que incluso elementos como el tamaño de la habitación o la distancia diaria hacia el trabajo desempeñan un papel esencial en la aparición del insomnio .
Dormitorio y traslado: factores claves del inso