El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto sobre la mesa una nueva y arriesgada estrategia para buscar el fin de la guerra en Ucrania: un ultimátum directo al presidente ruso, Vladimir Putin, con la amenaza de entregar a Kiev misiles de largo alcance capaces de golpear el corazón de Rusia.

La advertencia, revelada por el propio mandatario a periodistas a bordo del Air Force One este fin de semana, marca una potencial escalada en el conflicto y redefine la postura de Washington frente a la prolongada invasión.

Según declaró Trump, está considerando una conversación directa con el líder del Kremlin. El mensaje sería claro: si la guerra no se resuelve pronto, Estados Unidos autorizará el envío de misiles Tomahawk a las fuerzas ucranianas.

“Podría tener que hablar con Rusia, p

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