Pese al reciente cese del fuego y al intercambio de rehenes entre Israel y Hamas, la Franja de Gaza vive días de violencia interna. Milicianos del grupo islamista se enfrentan con clanes locales acusados de colaborar con Israel, mientras la población intenta sobrevivir entre ruinas y escasez.
Un acuerdo frágil y una paz que no llega
La tregua entre Israel y Hamas, que permitió el intercambio de 20 rehenes israelíes por unos 2.000 detenidos palestinos, no logró estabilizar la Franja de Gaza. Aunque cesaron los bombardeos, el enclave continúa sumido en el caos.
Según periodistas locales, las facciones armadas de Hamas combaten con clanes rivales que habrían recibido apoyo israelí durante la guerra. Los enfrentamientos se registran en distintas zonas del territorio y ya dejaron decenas de