María Cafferata

“Necesitamos más amigos. El Congreso no puede seguir funcionando así, manejamos todo para el orto”, suspira un referente de La Libertad Avanza. No es el único: existe un consenso generalizado en el oficialismo de que la vulnerabilidad crónica en el Congreso tiene que parar después del 10 de diciembre o no habrá salvataje financiero de Donald Trump que salve a Javier Milei. El desgobierno parlamentario se salió de control, y no hay resultado electoral que garantice una solución mágica. El Gobierno necesita aliados, y rápido.

Incluso en las proyecciones más optimistas, los operadores de LLA se chocan una realidad aritmética: aún sacando más del 35% de los votos a nivel nacional, aún siendo la fuerza más votada, Milei no tendrá un tercio de hierro propio. No podrá, sin ayuda

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