Las autoridades de Alaska confirmaron la primera víctima mortal del clima severo del fin de semana, cuando los remanentes del tifón Halong golpearon comunidades costeras con vientos huracanados, marejadas ciclónicas y crecidas del agua. Incluso arrancaron casas enteras de sus cimientos.
Dos de las comunidades afectadas fueron Kipnuk y Kwigillingok . Entre ambas, las autoridades debieron rescatar al menos a 51 personas, algunas del techo de edificios. En la última se confirmó la muerte de una mujer, así como la desaparición de tres personas. Por la tarde, la Policía Estatal de Alaska informó de que se encontraba intentando verificar reportes de desaparecidos en Kipnuk.
Unas 1.000 personas debieron evacuar, según un conteo provisorio del mayor proveedor de servicios sanitar