Si el presidente encargado José Jerí quiere evitar que el rechazo ciudadano haga peligrar su permanencia en Palacio de Gobierno en momentos turbulentos como los actuales, debería alejarse, en el acto, de gente cuestionada como la mandamás de Somos Perú, Patricia Li Sotelo, quien arrastra una sentencia judicial y el pasivo de haberse beneficiado –aunque no sea ilegal– con sueldo, gratificaciones y CTS de los fondos que otorga el Estado a los partidos políticos para capacitación, operatividad y formación de cuadros.

La sola presencia de esta señora tan cuestionada en el entorno del jefe de Estado, puede ser muy nociva para la estabilidad del país. Así como el presidente Jerí debe alejarse de los miembros del Congreso de impresentables que lo llevaron a su actual responsabilidad, y de los mi

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