
La comarca de Solsonès, en el centro de Catalunya, esconde entre montañas, valles y extensos bosques un rincón poco desconocido pero perfecto para recoger setas en esta época del año. Ubicada dentro de la provincia de Lleida, y limítrofe con Berguedà, Bages, Anoia y la Noguera, Solsonès cuenta con una densidad de población baja que, combinada con la conservación de sus espacios naturales le han permitido mantener equilibrio entre actividad humana y biodiversidad, convirtiéndola en un destino habitual para quienes practican actividades en el medio natural.
La comarca de Solsonès cuenta con una gran diversidad de hongos, cuya distribución depende de la humedad y la temperatura de cada zona. En el noroeste, con condiciones más húmedas y suelos frescos, se encuentran con frecuencia especies como los pinetells y las llenegues blanques, que crecen en bosques sombreados, especialmente bajo pinares y robledales. Estas áreas suelen mantener una cobertura arbórea densa que conserva la humedad necesaria para el desarrollo de los hongos.
En la zona sureste, donde el clima es más cálido y la humedad relativa es menor, predominan los níscalos, que se desarrollan en pinares expuestos a temperaturas más altas. La aparición de estas setas refleja cómo las condiciones locales, como la orientación de los bosques y la temperatura, influyen en la distribución de las especies.
Factores adicionales, como la composición del suelo, la presencia de restos vegetales y la densidad del arbolado, también contribuyen al tipo de hongos que se puede encontrar en cada bosque. La diversidad micológica de Solsonès permite a los visitantes explorar distintos espacios durante la temporada de otoño, cuando la aparición de setas alcanza su punto máximo.
La recogida de setas en Solsonès está regulada por la normativa vigente en Catalunya, que establece límites y condiciones para garantizar la seguridad alimentaria y la protección del ecosistema. Entre estas medidas se incluye el límite de tres kilos por persona y día, la obligación de utilizar cestas de mimbre o similares que permitan la aireación de los ejemplares, y la recomendación de cortar las setas con una navaja en lugar de arrancarlas, preservando así los hongos jóvenes y el micelio del suelo.
Además, la normativa indica que los recolectores deben recoger únicamente las especies que conozcan, evitando riesgos de intoxicación y contribuyendo a la conservación de las poblaciones de hongos. Estas pautas buscan compatibilizar la actividad recreativa con la protección de los bosques y asegurar que la experiencia pueda repetirse de manera sostenible año tras año, sin comprometer la biodiversidad local ni los recursos micológicos.
Qué ver en Solsonès
La comarca combina patrimonio histórico, entornos naturales y tradiciones rurales que reflejan la identidad de la región. Su capital, Solsona, conserva un casco antiguo de origen medieval, donde destacan edificios como la catedral, con elementos góticos y románicos, y el Palacio Episcopal, que alberga colecciones de arte y objetos históricos. La ciudad mantiene un calendario cultural activo, incluyendo festividades como su carnaval, reconocido por su antigüedad y continuidad.
En cuanto a los espacios naturales, Solsonès ofrece opciones que van desde rutas de senderismo hasta actividades acuáticas. La Sierra de Port del Comte permite recorrer senderos que atraviesan bosques y cumbres, y en invierno se convierte en un punto de interés para la práctica de deportes de nieve. Por su parte, el Pantano de la Llosa del Cavall constituye un área de recreo donde se pueden realizar actividades relacionadas con el agua y disfrutar de vistas sobre el valle y sus alrededores.
El entorno rural está marcado por la presencia de masías y pequeñas aldeas, muchas de ellas habitadas, que conservan la arquitectura y el modo de vida tradicional del campo. La comarca también cuenta con varios templos de origen románico, como la Ermita de San Quirze de Pedret o la Iglesia de San Esteban de Olius, que ilustran la historia arquitectónica y religiosa de la zona. La combinación de patrimonio histórico, naturaleza y cultura rural permite a los visitantes explorar distintos aspectos de Solsonès durante todo el año, incluyendo la actividad de recogida de setas en otoño.