En el universo de la tradición oral, los epítetos constituyen pieza clave de las fórmulas mnemotécnicas del poeta y del narrador, quienes no emplean la tecnología de la escritura, según lo documenta Walter Ong (1993, 45) en .
Para ilustrarlo, Ong refiere que calificativos tales como “el sabio Néstor” y “el ingenioso Odiseo”, de la Ilíada y la Odisea, constituirán uno de los recursos del rapsoda para manejar cierto ritmo y contar la historia dentro de un margen de variaciones, según el público y las circunstancias.
Luego el epíteto se fijará en el texto escrito y hoy día será uno de los más usuales instrumentos del escritor contemporáneo. Basta recordar, a manera de ilustración, “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la mancha”, “los tres grandes majaderos de la historia” o “Mi padre el inm