La preocupación por el deterioro de la trama vial de las rutas nacionales abandonadas por el gobierno de Javier Milei es creciente. En las últimas semanas se agudizaron los reclamos de trabajadores y dirigentes de Vialidad Nacional, que consecuencia de la decisión del Poder Ejecutivo de dar de baja las concesiones de mantenimiento, tienen ahora a su cargo más de 2.000 kilómetros de caminos y autopistas donde por día circulan miles de vehículos de todo tipo.
La conservación de semejante estructura vial demanda recursos que hoy son completamente insuficientes. Esto perjudica a las tareas fundamentales del personal, como el estudio, la construcción y la adecuación de las rutas, así como a las obras complementarias. Todo sucede mientras el personal, en casos altamente calificado y de carrer