
Francia vuelve a vivir otro déjà vu más de la era fugaz de Bayrou , el primer ministro que fue destituido por sus recortes fiscales. El nuevamente reelegido primer ministro francés, Sébastien Lecornu , ha planteado elevar los impuestos a sociedades ante la Asamblea Nacional con el fin de recortar el déficit presupuestario de Francia un 4,6% para 2026. Esta cifra es la misma que Bayrou planteó antes de ser destituido en la Asamblea Nacional en agosto. Además, Lecornu, para ganar el apoyo de los Socialistas, ha acordado retrasar la reforma de pensiones en el país hasta 2028.
El político próximo a Macron, (quién se retiró del cargo hace apenas una semana solo para ser apuntado de nuevo por el líder francés, Emmanuel Macron, el pasado viernes), ha recalcado que busca evitar una «crisis del régimen» y formar el Gobierno.
Esto se enmarca dentro de una serie de fracasos que ha vivido el Gobierno francés en los últimos meses, tras pasar por siete primeros ministros desde 2019. El último en caer, antes de Lecornu, fue François Bayrou , tras plantear un presupuesto ambicioso que buscaba atajar los problemas de gasto que contagian a la segunda mayor economía de la zona euro.
Las consecuencias de este bloqueo presupuestario han sido graves. La Bolsa de París se ha quedado como la más rezagada de Europa y la que menos prefieren los gestores de fondos encuestados cada mes por los analistas de Bank of America . La deuda pública de Francia se ha visto rebajada dos veces por las agencias de rating crediticios desde que Lecornu llegó al poder por primera vez, una señal de que hay menos confianza en la solvencia del Gobierno de Francia.