Hablar de Bertha Carrero es evocar el cimiento del voleibol larense. La legendaria atleta, cuyo nombre bautiza hoy el templo de este deporte en el estado, fue más que una jugadora exitosa: una forjadora de seres humanos.
Ricardo Defendini, uno de sus hijos, conversó en exclusiva con Noticias Barquisimeto para descorrer el velo de la intimidad y revelar a la mujer detrás del mito: la líder, la apasionada, la madre de espíritu admirable y corazón gigante.
Leer también: Bertha Carrero sigue jugando voleibol y nos habla desde la eternidad
Ricardo no la recuerda con la «nostalgia de quien mira una foto borrosa, sino con la precisión táctil de esa valiente mujer» . Su memoria no es visual, sino sensorial, anclada en el rigor de la cancha:
«Mi memoria es un archivo de sensaciones: el