Los automovilistas juarenses nunca imaginaron que este martes tendrían que enfrentar, además de los embotellamientos matutinos de siempre, una ciudad convertida en un tablero de agua y asfalto roto.

Las lluvias que cayeron durante la noche y la madrugada inundaron varios puntos de las principales vialidades, complicando el traslado de miles de personas que salieron desde el sur y suroriente hacia el norte, donde se concentran sus centros de trabajo.

Uno de ellos, identificado como Gus , relató a Norte Digital la travesía que comenzó a las 06:30 horas , cuando salió de su casa rumbo al trabajo. El trayecto —que normalmente le toma menos de una hora— se prolongó tres horas y media debido a los estragos de la lluvia.

“Un recorrido que en un día cualquiera se hace en menos de una ho

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