Pasado el momento de la primera alegría en Gaza e Israel, ahora ha llegado el momento de pensar cuales habrían de ser las siguientes etapas, y en especial la más política, la creación de una arquitectura institucional para Palestina, algo multidimensional, complejo y, en opinión de muchos analistas, mal planteado en el plan de Trump. La parte política es la más complicada y que, en mi opinión, ha de replantearse notablemente para que el plan llegue a convertirse en un verdadero plan de paz, que ahora no lo es.
Un plan de paz finaliza siempre con un acuerdo que previamente han negociado los actores primarios, los más afectados, que en este caso son Israel, Hamas, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la población palestina que no se siente representada por ninguno de los dos actores polí