Las declaraciones de Donald Trump suelen ser sinónimo de polémica, y su discurso ante la Kneset –el Parlamento israelí– no fue la excepción. El presidente estadounidense, presente en la Cámara tras la liberación de los rehenes, aprovechó su altavoz para pedir el indulto para el primer ministro Beniamin Netanyahu al presidente de Israel, Isaac Herzog. “Cigarros y champán, ¿a quién demonios le importa eso?”, expresó el republicano, en referencia a uno de los múltiples cargos por los que le acusan al dirigente israelí.
Trump, que se refirió a Netanyahu como “uno de los más grandes líderes en tiempos de guerra, nos guste o no”, minimizó las causas judiciales a las que se enfrenta su socio y expresó su admiración por el líder israelí: “Eres un hombre muy popular, ¿sabes por qué? Porque sabes