¿Cuál es el sentido de volver a Chéjov, a ‘La gaviota’, después de casi ciento treinta años? ¿Qué hay en ella de inédito o inesperado como para revitalizarla y habilitar otra visita? Tal vez el gesto de insistir sobre un texto tantas veces representado revele, más que una nostalgia, una necesidad de preguntarse por la actualidad del arte y por las condiciones de su verdad. La muerte de Chéjov, de la que se cumplieron ciento veintiún años en julio, coincide con un momento en que el teatro y el cine argentinos atraviesan un terreno incierto, y esa coincidencia parece operar como un llamado a volver sobre sus fundamentos para someterlos a examen.

En el centro de la obra, Konstantin busca un teatro nuevo, liberado de las formas envejecidas que su madre, la célebre actriz Arkádina, sostiene co

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