Muy en el destino de la incómoda Débora, la conmemoración de los 20 años de su muerte, no se hizo con una exposición, sino con un escándalo. Uno más para “Nuestra Señora de los Escándalos”. Esos que, a su pesar, siempre empañaron su obra. E impidieron que se viera como lo que radicalmente era: la declaración de una artista que tenía mucho para decir sobre sus tiempos (y que cada vez tiene más para decir sobre los nuestros). Así, en lugar de que 2025 fuera declarado “El año de Débora”, con acciones asertivas, homenajes, relecturas, re-visitaciones, el país se decidió nuevamente por una fanfarria de pólvora mediática, atizada por las redes sociales que ella no conoció (¡cómo hubiera sido aquello!). La inició la documentada denuncia del periodista José Fernando Hoyos en la revista Papel, qu

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