Los nervios siempre afloran en los momentos previos a la celebración de cualquier juicio. En el caso de los abogados, por la responsabilidad que asumen, y en el caso de sus clientes, por verse cara a cara con un juez mientras cargan con una mayor o menor acusación sobre sus espaldas. Quizá por eso, por ese miedo escénico de verse en el banquillo, hasta una decena de acusados confesaron hace unos meses que ejercieron de mulas bancarias y aceptaron penas de entre cuatro y seis meses de cárcel por un delito de estafa . Pero otros muchos acusados, hasta un total de 19, decidieron mantenerse en sus trece, defender su inocencia y no firmar ningún pacto. Y arriesgaron y ganaron porque un juzgado de Zaragoza les ha dado la razón al absolverles a todos ellos.
Así se desprende la senten