La impresión general es que el plomo (uno de los materiales más peligrosos para la salud de cuantos están en nuestro entorno) dejó de ser una amenaza desde que se prohibió la gasolina con este componente, hace ya años. Sin embargo, no es así. Un estudio que acaba de publicarse desvela que actualmente, en pleno siglo XXI, el plomo sigue presente en muchos lugares y continúa siendo una seria amenaza para la salud humana, especialmente para los niños.

Una investigación dirigida por Chen Mengli, de la Universidad Nacional de Singapur (NUS), en colaboración expertos de otras universidades, demuestra que la exposición continuada al plomo en la infancia cuesta al mundo más de 3.400 millones de dólares por la pérdida de potencial económico cada año, y su impacto es considerablemente may

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