Las fuerzas rusas lanzaron potentes bombas planeadoras y drones contra la segunda ciudad más grande de Ucrania en ataques nocturnos, que alcanzaron un hospital e hirieron a siete personas, dijo un funcionario el martes, mientras la ayuda militar europea para Kiev caía drásticamente y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, se preparaba para pedir misiles Tomahawk a su homólogo estadounidense, Donald Trump.
El ataque ruso en Járkiv, en el noreste de Ucrania, golpeó el hospital principal de la ciudad, lo que obligó a evacuar a 50 pacientes, afirmó el jefe regional, Oleh Syniehubov. Los principales objetivos del ataque fueron instalaciones energéticas, señaló Zelenskyy, sin dar detalles sobre lo que fue alcanzado.
“Cada día, cada noche, Rusia ataca plantas de energía, líneas eléctrica