BRUSELAS (AP) — Las dos últimas incorporaciones a la OTAN, Finlandia y Suecia, dijeron el miércoles que comprarán más armas a Estados Unidos para entregárselas a Ucrania, un día después de que los datos mostraran que la ayuda militar extranjera al país devastado por la guerra disminuyó de forma drástica en los últimos meses.

Durante el verano, la alianza militar comenzó a coordinar entregas regulares de grandes paquetes de armas a Ucrania para ayudar en su guerra contra la invasión de Rusia. El objetivo era realizar al menos un envío de ayuda militar específica y fiable al mes, cada uno valorado en unos 500 millones de dólares.

Las reservas de armas de los arsenales europeos se han agotado casi por completo, y los diplomáticos de la OTAN indicaron que Estados Unidos dispone de entre 10.000 y 12.000 millones de dólares en armas, sistemas de defensa aérea y municiones que Ucrania podría utilizar.

Bajo el acuerdo financiero, conocido como Lista de Requisitos Prioritarios para Ucrania (PURL, por sus siglas en inglés), los aliados europeos y Canadá compran armas estadounidenses para ayudar a Kiev a frenar a las tropas del Kremlin. Ya se han asignado alrededor de 2.000 millones de dólares.

El ministro de Defensa de Finlandia, Antti Häkkänen, indicó que su país ha “decidido unirse al PURL, porque consideramos que es crucial que Ucrania obtenga las armas estadounidenses que precisa". Además, el país proporcionará otro paquete que saldrá de su propio arsenal militar.

Por su parte, su homólogo sueco, Pål Jonson, afirmó que “Suecia está dispuesta a hacer más” y celebró las discusiones entre otros países nórdicos y las naciones bálticas —Estonia, Letonia y Lituania— para efectuar un envío adicional.

“Esto es crítico ahora porque hemos visto una trayectoria equivocada en cuanto al apoyo a Ucrania, que ha estado disminuyendo, y queremos ver más pasos adelante”, dijo Jonson ante reporteros en la sede de la OTAN, donde se celebraba la reunión de ministros de Defensa.

El ministro estonio, Hanno Pevkur, mostró también su preocupación por el descenso en la ayuda occidental y apuntó que “la realidad es que la contribución de Estados Unidos a Ucrania ha disminuido significativamente este año”.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, manifestó que la “expectativa estadounidense actual es que más países donen aún más, que compren aún más para abastecer a Ucrania, para llevar ese conflicto a una conclusión pacífica”.

El gobierno del presidente Donald Trump no ha donado equipos militares a Ucrania. Ha considerado el posible envío de misiles Tomahawk de largo alcance si Rusia no pone fin a la guerra pronto, pero sigue sin estar claro quién pagará esas armas, en caso de que lleguen a aprobarse.

De hecho, nuevos datos sobre la ayuda militar occidental a Ucrania muestran que, a pesar del programa PURL, las contribuciones cayeron un 43% en julio y agosto en comparación con la primera mitad del año, según el Instituto Kiel de Alemania, que rastrea los envíos y la financiación entregados a Kiev.

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, no ve ningún problema. Preguntado por si estaba preocupado por la disminución del apoyo a Ucrania, dijo que “No ha ocurrido. Si se analiza este año, está más o menos en promedio con el año pasado”.

Además, han aumentado las críticas hacia Francia, Italia y España por no estar haciendo suficiente para ayudar a Ucrania, y Häkkänen instó a los 32 aliados de la OTAN a asumir su “parte justa de la carga”, alegando que “todos tienen que encontrar el dinero porque este es un momento crucial”.

Francia e Italia están sumidas en deudas y luchan para recaudar fondos para poder cumplir con los objetivos de gasto en defensa de la OTAN. España dice que tiene otras preocupaciones económicas e insiste en que compensa su brecha de gasto en la alianza aportando tropas para sus misiones.

Francia también cree que los recursos europeos deberían invertirse en la industria de defensa del continente, no en la estadounidense, y no tiene la intención de sumarse al PURL.

___

Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.